EDICIÓN NÚMERO 308 ABRIL 2024

A diferencia de otros países como Perú, son muy pocas en Chile las empresas importadoras, exportadoras, couriers y agentes de aduanas que hasta hoy se han certificado como Operadores Económicos Autorizados. Las razones para ello pueden ser diversas, como por ejemplo que Chile lanzó su programa OEA mucho después que varias naciones. Pero otra causa que probablemente tenga mucho peso, es la dificultad de tangibilizar y cuantificar los beneficios en compensación a los mayores costos que implica contar con una infraestructura administrativa, operacional y logística que cumpla con los requisitos de la norma, en un país como el nuestro en el que su normativa aduanera es altamente automatizada, simple y expedita para todo operador, tenga o no la certificación OEA.

El certificarse OEA significa unirse a un ecosistema mundial de operadores seguros, en una conjunción internacional entre: los privados que trabajan con altos estándares de calidad, seguridad y éticos (por lo que se les hace natural someterse a la certificación); las aduanas (que actúan como certificadores y garantes del cumplimiento de los estándares OEA); y los países que se han ido sumando paulatinamente a Acuerdos de Reconocimiento Mutuo (ARM) y adaptando sus legislaciones a ellos. Esto está permitiendo en el largo plazo, ir homologando los estándares de seguridad orientados a configurar una red colaborativa mundial de “vías rápidas” que permita separar a los operadores “confiables” de los “riesgosos”. Ello en un mundo en el que la extrema masificación del comercio globalizado hace cada vez más difícil, por un tema de volúmenes de carga y de sofisticación del e-commerce, defender las fronteras contra el fraude, narcotráfico, terrorismo y corrupción, lo que está complicando cada vez más a la logística y al comercio internacional.

El actual equipo OEA del Servicio Nacional de Aduanas de Chile ha demostrado, a nuestro juicio, un alto nivel profesional, lo que deriva en auditorías justas pero muy exhaustivas que aseguran que cada postulante que logra la certificación efectivamente cumple la norma OEA en toda su extensión, con lo que la Aduana queda en condiciones de confiar en el operador.

Volviendo a los beneficios para los operadores OEA en Chile, en el contexto de la recién mencionada confianza en el operador, el beneficio “asignación de un punto de contacto para asistir, atender y coordinar asuntos aduaneros al interior del servicio” se ha tornado, en nuestra opinión, en un recurso invaluable en momentos en que se requiere coordinar a varias unidades dentro de la Aduana para resolver algún “nudo” o problema, que de no solucionarse a tiempo pudiese derivar en altísimos riesgos y costos. Este es un procedimiento que en la actualidad funciona extraordinariamente bien para los operadores, en el que el equipo OEA de Aduanas logra conectar en forma muy efectiva, en cuestión de horas, a unidades internas que por su estructura organizacional no tienen canales naturales tan directos entre ellas, o que, por diversas circunstancias, alguna tramitación pudiese estar trabada en alguna etapa, derivando esta gestión interna en soluciones rápidas y fluídas, totalmente ajustadas a la norma, por un canal formal expedito y transparente.