EDICIÓN NÚMERO 308 ABRIL 2024

Un hecho que está siendo recurrente en la Aduana de Valparaíso dice relación con los tiempos que se tarda en la realización de los aforos físicos, lo que supone que los interesados deben esperar varios días para disponer de sus mercaderías. El principal motivo de estas demoras se debe a la alta congestión que se está produciendo en algunos extraportuarios, ya que las capacidades de los recursos asignados limitan fuertemente la cantidad de aforos que se pueden efectuar diariamente.

También ha trascendido que Aduanas habría aumentado la cantidad de aforos físicos, lo que se atribuiría, por una parte, a un mayor celo y a las nuevas exigencias respecto de la protección de la propiedad intelectual, y por otra, los mayores riesgos que se han detectado en importaciones provenientes de países asiáticos.

Sin embargo, todas estas nuevas realidades que debe afrontar Aduanas no han contado con la recomendable reasignación de funcionarios a los recintos extraportuarios, lo que está generando atochamientos que perjudican sobre todo a los importadores, quienes muchas veces deben enfrentar quiebres de stock.

Afortunadamente las exportaciones han sufrido menos por la congestión, ello por cuanto al estar asociados a fechas límites de stacking, la revisión física ha sido bastante más expedita, dándoles la prioridad necesaria para no producir un problema mayor.

Si bien estas demoras de varios días podrían haber generado costos extra a los importadores por eventuales cobros de almacenaje, los recintos extraportuarios de Valparaíso, hasta el momento, no han ejercido estos cobros, lo que sin duda es un alivio para los usuarios.

La guinda de la torta de esta situación: se han detectado diversos ilícitos originados justamente en el proceso de aforo físico, lo que tiene convulsionado al medio aduanero (ver nota aparte).