El Gobierno de Argentina anunció el 17 de diciembre pasado el fin de las restricciones cambiarias impuestas a finales de 2011, cuando Cristina Fernández era la presidenta, y adelantó que también va a implantar un tipo de cambio único, el cual no fue especificado.

El ministro de Hacienda argentino aseguró que a partir de la fecha señalada, se podrá acceder a divisas extranjeras sin ningún tipo de restricción respecto de los montos, ni tampoco será necesaria una autorización previa del Fisco.

De igual forma, sostuvo que a partir de esta misma fecha se podrá “exportar e importar libremente”, habrá un tipo de cambio único y se volverá al límite de US$2 millones por mes por persona que existía para la compra de divisas hasta la creación del “cepo cambiario”, a finales de octubre de 2011.

Además, para incentivar el ingreso de capitales, se elimina el encaje del 30% para el ingreso de divisas al país.

El ministro de Hacienda manifestó que el levantamiento de las restricciones cambiarias es posible gracias a ciertas “condiciones” concretadas en los primeros días del nuevo gobierno, como la eliminación de los impuestos a las exportaciones, la asunción de nuevas autoridades en el Banco Central y la “certeza” de contar con fondos suficientes para reforzar las reservas monetarias, que suman US$24.282 millones. Aseguró que hacia fines de año se espera contar con fondos adicionales que suman entre US$15.000 y US$20.000 millones.

Esos recursos vendrán, según explicó, gracias al compromiso de empresas de adelantar inversiones, una mayor liquidación de divisas por la exportación de cereales (unos 2.000 millones de dólares por semana), la financiación de bancos internacionales y un acuerdo con el Banco Central de China para convertir a dólares parte de las reservas en yuanes del Banco Central argentino.