Sorpresa causó entre los exportadores a Paraguay un anuncio emanado de la DIRECON a mediados de enero pasado, en el que se señalaba que el gobierno de Paraguay, a través de la Resolución Nro. 3 de la Dirección de Aduanas de dicho país, determinaba que a contar de febrero, todas las exportaciones a ese destino debían cumplir con el trámite denominado “visación consular”.

El motivo de la sorpresa no fue la exigencia del trámite, ya que quienes llevan años en el mundo exportador saben que esta práctica data de hace más de 15 años. En la actualidad el procedimiento considera la legalización de la factura comercial, conocimiento de embarque, marítimo o terrestre –se excluye la guía aérea– y certificado de origen. Lo que aún no se ha podido dilucidar es el cobro por este servicio ya que, según el comunicado del gobierno paraguayo, quienes visan documentos pagarían un valor de US$ 15 por el conjunto de estos, sin embargo en la actualidad el precio que se paga es sustancialmente mayor y es por cada tipo de documento.

Ante la eventualidad de que los documentos no sean legalizados ante el consulado paraguayo en origen, se podrá realizar esta gestión ante el Ministerio de Relaciones Exteriores en Asunción (Dirección de Legalizaciones), lo que implicará el pago del arancel correspondiente (US$ 15) y la aplicación de una multa ascendente a 1,5% del arancel consular (en la especie US$ 22,5). Quedan eximidos de multa los embarques provenientes de países donde no hay consulados del Paraguay, lo que no es el caso de Chile.

De lo que se ha podido averiguar en estas semanas es que lo que no se permitiría a contar de febrero es la posibilidad de realizar esta visación en la frontera cuando el exportador no la hubiese logrado hacer en Santiago, por lo que sólo le quedaría la opción de hacerla en destino.

La Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA) está realizando consultas con el gobierno paraguayo, a través de la DIRECON, con la finalidad de aclarar aquellos puntos que no han quedado suficientemente claros en este comunicado.