La dinámica del comercio exterior no deja de avanzar y los operadores portuarios crean nuevos servicios que permiten acelerar aún más los procesos de liberación de cargas, tanto aéreas como marítimas. Sin embargo, la solicitud de estos trámites “urgentes” implica respetar ciertos tiempos mínimos y conlleva mayores costos para los importadores.

En el caso de las importaciones marítimas, el Pronto Retiro debe ser solicitado al operador del puerto, STI en el caso de San Antonio y TPS cuando se trata de Valparaiso. La solicitud se debe canalizar a través de la agencia de aduanas, a lo menos 24 horas antes del arribo de la nave y tiene un costo para los importadores que en San Antonio es de US$ 300 y en Valparaiso de US$ 100, en ambos casos más IVA.

En el caso de las importaciones aéreas el proceso se denomina Prioridad de Internación. Se solicita a través del embarcador o directamente a la línea aérea en caso de que sea directo. Se debe pedir a lo menos 24 horas antes de la llegada de la carga y significa que el vuelo es manifestado por el almacenista en unas tres horas en lugar de las 5 o 6 que habitualmente demora, y en consecuencia se obtiene la guía original y la papeleta de recepción con la misma antelación. Lo habitual es que no tenga un costo adicional para los importadores, pero algunas líneas aéreas sí lo aplican.