EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

La baja en la producción de salmones registrada el 1er trimestre de 2016 se explica en parte por la estacionalidad, pero además inciden otros aspectos como el florecimiento de algas nocivas y se hizo sentir con mayor fuerza en los envíos de este producto a los tres principales mercados: Estados Unidos, Japón y Brasil.

Según datos publicados por el Bco. Central, las exportaciones a esos mercados alcanzaron US$ 611 millones el 1er trimestre, contra US$ 688 millones el mismo período del año anterior; un retroceso de 11,2%, caída más pronunciada que el desempeño general de envíos, los que retrocedieron 6,9%, totalizando US$ 889 millones.

EEUU registró una disminución de solo 3%, totalizando US$ 301 millones. Japón fue el que más bajó, con un 18,4%, mientras Brasil retrocedió 16,4%, influido por el mayor deterioro en el envío de productos frescos.

Esta situación ha sido compensada en parte por los precios, los que en el trimestre tuvieron un promedio más alto en 2,4%. Según datos de Salmon Ex, el precio escaló desde US$ 3,50 la libra a US$ 5,58, en circunstancias que en el mismo período del año anterior pasó de US$ 4,07 la libra a US$ 3,72, para el indicador en Miami.

Expertos del sector explican que era esperable que las exportaciones de este producto cayeran, aunque aún no reflejan por completo el fenómeno del bloom o floración de algas, que se desató con fuerza hacia fines de marzo. Por eso, es esperable que venga una nueva reducción cuando se conozcan las cifras del segundo trimestre, el que además del bloom, tendrá que contabilizar la paralización de más de dos semanas en Chiloé, período en el que parte importante de los salmones no pudieron ser enviados a sus mercados.

Esto se verá en parte compensado por los precios, los que seguirán altos por al menos 2016 y 2017, dado que no solo hay una reducción de la producción en Chile, sino que también en Noruega, el principal país productor.

De este modo, se espera que los envíos de salmón no bajen al medirlos en dólares, cerrando en torno a US$ 3.000 o US$ 3.500 millones. El año pasado se concretaron envíos por US$ 3.081 millones, a lo que se suman US$ 436 millones de trucha.