EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

La sólida red de 26 acuerdos comerciales que posee nuestro país con más de 60 mercados, es uno de los factores que ha impulsado el crecimiento de las exportaciones de alimentos en la última década, y también uno de los motores para diversificar la oferta de productos silvoagropecuarios, que ha tenido un sostenido incremento.

Así, los artículos de exportación más tradicionales, como las uvas, las manzanas y el vino dejaron de ser los únicos embajadores chilenos y, aunque el país sigue siendo líder, en los últimos años ha sido especialmente llamativo el incremento de los llamados “alimentos novedosos”, que entre 2005 y 2015 aumentaron más de 970% en valor, pasando de US$ 11 millones a casi US$ 120 millones, según cifras de ProChile.

En esa categoría se encuentran avellanas, ajos, cranberries o arándanos rojos, granadas, castañas, maqui –que hace diez años no se exportaba– y otros productos que, de acuerdo con los expertos, tienen potencial para seguir expandiéndose.

A la hora de presentar un producto nuevo o llegar a un mercado desconocido, expertos coinciden en que desarrollar lazos de confianza es uno de los puntos más difíciles, sobre todo para asegurar la calidad y consistencia de un producto o, incluso, para confirmar que realmente proviene desde Chile.

Al analizar en qué destinos podría haber un nicho atractivo para los alimentos más novedosos, una de las primeras opciones es EE.UU., por la relación comercial que existe con el país y su apertura a nuevos productos. Según autoridades del rubro, tiene un notable grado de sofisticación y de áreas inexploradas para Chile. Es un mercado que nos conoce, es más cercano y es clave para los alimentos.

También se cree que es vital participar en forma permanente en ferias y ruedas de negocio, tanto en Chile como en el exterior. Es clave tener un contacto frecuente con los clientes e idealmente visitarlos una vez al año, porque es muy importante para ellos estar presentes.