EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

A menos de un mes de haberse implementado el pesaje de contenedores de exportación y en plena marcha blanca, los exportadores se han ido encontrando con diversas dificultades, básicamente producto de la falta de claridad inicial o interpretaciones propias de algunos eslabones de esta cadena logística.

La gran mayoría de los exportadores ha optado por pesar sus contenedores en romanas propias o de terceros que están validadas por el INN o en proceso de hacerlo. Los menos han decidido delegar esta labor a los terminales portuarios asumiendo el costo, que en el caso de Valparaiso asciende a US$ 50 por unidad.

En cuanto a la parte más operativa de entrega de la información, se han producido confusiones. Una de ellas es que originalmente se dijo que el exportador podía entregar el VGM directamente a la naviera o al terminal portuario. En la práctica, se ha debido informar al terminal necesariamente, aún cuando antes se haya hecho lo mismo con la naviera porque al parecer la información no fluye eficientemente entre esta y el terminal. Otro impasse menor dice relación con que algunos terminales han exigido un comprobante del peso verificado, situación que no se condice con la instrucción inicial. Durante la última semana de julio esta situación se habría corregido y se estaría aceptando una información escrita con el peso de parte del exportador en ausencia del referido ticket.

Tal como lo informamos previamente, esta nueva exigencia, relacionada con la normativa SOLAS, Verified Gross Mass, VGM, que significa “Masa Bruta Verificada”, obliga a todos los contenedores que van a ser exportados a certificar el peso e informarlo a la naviera.