EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

Representantes de los gobiernos de Chile y China llevan más de seis meses trabajando en conjunto, con miras a implementar en el corto plazo un sistema de Certificación de Origen Electrónica, con el cual se espera dar más fluidez al intercambio comercial bilateral, de forma tal de agilizar uno de los trámites importantes del proceso exportador e importador.

De hecho, funcionarios de la DIRECON y del Servicio Nacional de Aduanas participaron recientemente en una segunda reunión de trabajo en China, en la cual se definieron algunos elementos de carácter técnico, particularmente informáticos, con miras a la implementación de un sistema ambicioso de intercambio de información electrónica de certificación de origen. Esto, en el marco del Tratado de Libre Comercio (TLC) que ambos países tienen vigente desde el año 2006.

La actividad se desarrolló en un ambiente de entendimiento, en donde las partes se comprometieron a continuar avanzando en el desarrollo del sistema informático, a través del cual se intercambiarán los certificados de origen electrónicos, como asimismo, información aduanera de las operaciones de comercio exterior.

La primera reunión de este grupo de trabajo se llevó a cabo en Santiago en abril pasado, y se concentró en la preparación de soluciones técnicas óptimas para la seguridad y factibilidad en el intercambio de los datos que deberán ser transferidos entre las partes. Asimismo, se avanzó en precisar cuáles son los datos imprescindibles del certificado de origen que deberán compartirse entre ambos países.

El documento denominado “Certificado de Origen” tiene como principal objetivo acreditar el origen del producto que se comercializa, de acuerdo con las normas pactadas en los acuerdos comerciales con otros países. Este documento es fundamental para que los productos chilenos puedan acogerse a las preferencias arancelarias que se han negociado y para que los productos chinos ingresen al mercado chileno.

Además de facilitar el comercio, se estima que la certificación de origen electrónica permitirá prevenir el fraude o mal uso de los certificados; optimizar el tiempo de tramitación para la emisión de estos documentos e incrementar en forma significativa la eficacia del despacho aduanero, entre otras ventajas.

Finalmente, se acordó realizar la tercera reunión de trabajo en Chile, en una fecha a determinar entre las partes.

Demás está el hacer presente la importancia del tema, bajo el supuesto obvio de que se mejorarían los tiempos en la emisión de los documentos, teniendo en cuenta que el tratado con China es uno de los más complejos en lo que se refiere a la certificación de origen, pues los problemas formales en la emisión invalidan la aplicación de la preferencia arancelaria, no existiendo tiempo suficiente para una reemisión.

El otro aspecto a destacar con la mejora en los tiempos es que se reducirían las devoluciones de derechos, trámite obligatorio y extenso cuando no se dispone del certificado de origen en original al momento de la importación.