EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

Cuando nos encontramos en la última semana del mes de octubre, recibimos la noticia de que la ANEF ha convocado a una nueva paralización de actividades, esta vez por 72 horas. La fecha de inicio de este nuevo paro de los funcionarios fiscales está programado para el 26 de octubre y se prolongará por 3 días hábiles, lo que significa que Aduanas, el SAG, SEREMI y otros servicios retornarán a sus labores solamente el miércoles 2 de noviembre, pues lunes 31 de octubre y martes 1 de noviembre son días de feriado nacional. No existen palabras para describir los perjuicios que esto ocasionará pues sumarán siete los días en que los servicios públicos se encontrarán sin trabajar.

Los costos asociados son indimensionables; solo por concepto de almacenajes, demurrage de contenedores, se contarán por centenas los millones de dólares que deberán absorber los importadores y que no están considerados en sus costos. Por supuesto que también esto perjudica a los exportadores, sobre todo a los de temporada que se verán imposibilitados de efectuar sus embarques.

Por otra parte es necesario considerar que siete días de paro producirán el colapso de las bodegas del Aeropuerto, lo que traerá graves consecuencias, ya sea por el cuidado de la carga como por los costos asociados. Recordemos que a contar del cuarto día de almacenaje, las bodegas del Aeropuerto aplican una tarifa que es un porcentaje sobre el valor, por tanto veremos gastos altísimos que deberán afrontar los importadores y que harán más gravosas sus compras al exterior.

Demás está el hacer presente el caos que se vendrá cuando se reanuden las labores; serán varios los días que tomará la normalización del flujo de ingreso y salida de carga; no existe en el pasado reciente algún caso en que Aduanas haya paralizado sus labores por un periodo tan largo como son siete días.

Ahora, y como ya estamos acostumbrados, nadie responde por los desaguisados y perjuicios; el sector privado está condenado a capear el temporal y resignarse a pagar todos los costos extra que se le vengan encima. Existe un sinnúmero de empresas pequeñas y medianas que no cuentan con las capacidades económicas de las más grandes y que se verán en duros aprietos para hacerse cargo de los gastos que deberán asumir.