EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

No pasó inadvertida la reunión ministerial convocada por Chile y la Alianza del Pacífico (AP), en Viña del Mar, para discutir las distintas alternativas para el libre comercio en Asia Pacífico. Tuvo gran cobertura mundial y los medios internacionales más diversos así lo demostraron. En un momento de incertidumbre y de auge de la retórica proteccionista, en Viña se entregó una señal inequívoca de apertura y de compromiso con una globalización que beneficie a todos.

La reunión surgió a partir de una iniciativa de Chile en su condición de presidente pro témpore de la Alianza. Siguiendo un diálogo virtual previo entre los presidentes de Chile, México, Perú y Colombia, los cancilleres y ministros de Comercio dieron un paso decisivo para el futuro de la región que marcó el encuentro de Viña: la Alianza iniciará conversaciones con socios de Asia Pacífico para lograr acuerdos de libre comercio, con altos estándares de calidad y en plazos breves.

Se ha establecido que todo país que suscriba un acuerdo de esta naturaleza con la AP será considerado “miembro asociado” de la Alianza. Existirán, entonces, tres categorías en el bloque: miembro pleno, miembro asociado y observador. Esta decisión ha dado inicio a una nueva etapa de la Alianza. Se seguirá profundizando la relación intra-bloque, pero a la vez, se avanzará hacia el objetivo de establecer acuerdos comerciales de alta calidad con nuestros vecinos de la costa oeste del Pacífico. La AP puede convertirse así en una plataforma clave para concretar la integración económica de Asia-Pacífico.

En cuanto al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), los 11 signatarios acordaron mantener contactos y reunirse nuevamente para evaluar diferentes opciones de cómo proceder. Para Chile y sus socios TPP, este instrumento, dotado de altos estándares y disciplinas, puede servir de referencia clave para fortalecer el trabajo conjunto de integración.

Igualmente, los ministros y altos funcionarios dejaron establecido que existen varios modelos o enfoques (bilaterales, regionales y multilaterales) para avanzar hacia el libre comercio; que ninguno debe ser descartado y que, de hecho, pueden ser complementarios.

Paralelamente, los ministros de la AP agendaron una reunión con sus pares del Mercosur en abril, para continuar con la elaboración de un plan de acción común que genere más comercio y acercamiento entre los dos bloques. Así, nuestro planteamiento de convergencia en la diversidad se hace realidad, pues hay consenso en avanzar en temas de común interés, sin perjuicio de que existan áreas en las que se tenga diferencias.