EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

Justo cuando se anunciaba el arribo del último crucero de la temporada, la Coordinadora Marítimo-Portuaria de Valparaíso confirmó la amenaza de entorpecer el flujo operacional portuario. Los motivos son los de siempre, la vieja pelea por las cargas limpias y la pretensión de los sindicatos y TPS de que los servicios de aforo se puedan realizar al interior del Terminal 1.

Ante esta amenaza, los ejecutivos del barco Norwegian Sun determinaron no correr riesgos y recalaron en el puerto de San Antonio; sin duda que esta es una pésima noticia para Valparaíso. Recordemos que una de las actividades más pujantes en el último tiempo en el puerto ha sido el turismo, y la llegada masiva de pasajeros en estos inmensos cruceros genera una serie de actividades que benefician a toda la comunidad.

La situación originada ha tenido repercusiones en la EPV, pues estiman que TPS no ha cumplido con el rol de facilitar el atraque y desembarque de pasajeros de estos cruceros y no ha tenido la disposición para solucionar los problemas que se han presentado. La entidad estatal ha planteado su malestar y así lo ha manifestado en distintos medios de prensa. Incluso ha señalado que estudiará en detalle los contratos y normativas que mantiene con el concesionario y determinará los próximos pasos a seguir, en una situación que tiene a TPS y la EPV enfrentados en una seguidilla de conflictos que le hacen muy mal a la continuidad operativa del puerto de Valparaíso.