EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

Cada cierto tiempo sale en los medios el tema del puerto a gran escala que debería construirse en la V región. Ello determina –dependiendo de quién sea el entrevistado o autor de alguna columna– que se emitan distintas opiniones, casi todas muy distantes entre sí. En efecto, algunos especialistas o actores en el rubro portuario señalan que es perentorio tener un plan antes del 2020, pues los puertos podrían colapsar en unos pocos años más. Otros expertos, en cambio, señalan que según las proyecciones de crecimiento del movimiento portuario en la V Región en los próximos años, la infraestructura actual es suficiente para soportar las futuras necesidades, sobre todo teniendo en cuenta que en los últimos años ha habido una disminución importante en el volumen de la carga transferida.

Las expectativas de crecimiento del país para los próximos años son bastante conservadoras y no se visualiza que se pueda producir un repunte significativo en los volúmenes de nuestro comercio exterior. En un entorno en que la ralentización de la economía llegó para quedarse por un buen tiempo, en que la oferta exportable de Chile está limitada a sectores bien específicos con pocas posibilidades de crecimiento importante en los próximos años, los datos disponibles auguran que las instalaciones portuarias de la zona central son más que suficientes para abastecer la demanda de la próxima década.

Por otra parte, también están los expertos que estiman que las necesidades portuarias en la V región están cubiertas hasta lo menos el 2030, siempre que se amplíe el Terminal 2 de Valparaíso, ya que ello duplicaría la capacidad portuaria de este puerto. Si bien este proyecto se ve complejo, tarde o temprano esta inversión tendrá que materializarse, de lo contrario limitaría las proyecciones de Valparaíso como ciudad-puerto.

En todo caso es curioso y no se entiende con qué fin o propósito este tema sale a cada rato en los medios de prensa, y con opiniones tan encontradas. No es una materia que debería tener tanta resonancia en la prensa, sobre todo en un ambiente en donde hay pocas novedades en los últimos años y lo que se viene no se ve muy auspicioso. Si bien es entendible que muchas de las opiniones obedezcan a sectores de interés, las conclusiones de especialistas o ejecutivos de empresas concesionarias no deberían ser tan contradictorias y debería haber un rigor técnico más afinado y consistente que arrojara resultados no tan disímiles.