EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

Hace un buen tiempo que el sector naviero pasa por apreturas. El aumento en la oferta de fletes relacionado con la construcción de mega barcos y la debilidad en la demanda han sido factores que han obligado a replantear el negocio. Lo primero que llama la atención es la tendencia de los últimos años respecto de la compra o fusión de las navieras más grandes absorbiendo a las más chicas. Este fenómeno se ha dado con fuerza, incluso han sido compradas navieras que estaban en el top 10 en envergadura.

La compra más publicitada fue la de Hamburg Sud, quien fue adquirida por Maersk, lo que vino a consolidar el primer lugar en el ranking de las navieras a esta última y que significó desembolsar más de US$ 4 billones. Por su parte, Hapag Lloyd se fusionó con United Arabic Shipping Company (UASC) lo que determinó una valorización de la naviera de origen árabe que superó los US$ 5 billones. Asimismo, el otro conglomerado gigante, CMA CGM, se hizo del consorcio NOL-APL formado por la naviera de Singapur Neptune Orient Lines y la norteamericana American President Lines, ello pagando un precio de casi US$ 3 billones.

Con estas megacompras y fusiones se espera que sean retirados de los tráficos más saturados un número significativo de barcos y con la disminución de la oferta el sector espera que los precios de los fletes se incrementen y de esta forma el negocio naviero vuelva a ser rentable.