EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

Maersk, la naviera más grande del mundo, sufrió un ataque cibernético que comenzó la última semana de junio y se prolongó hasta los primeros días del mes de julio, ocasionando graves trastornos al quedar sin sistemas informáticos por varios días, lo que impidió a esta empresa operar con normalidad.

Dentro de los puntos más críticos, los primeros días ni siquiera podían procesar las reservas de espacio (booking), lo que complicó la operación de los barcos anunciados y puso en duros aprietos a los exportadores.

En cuanto a los importadores, al no tener disponible su software la Naviera no podía efectuar los canjes de los conocimientos de embarque, trámite que es esencial para proceder al retiro de la carga desde el puerto.

La caída en los sistemas de Maersk ha sido uno de los problemas más graves originados en el último tiempo y ocasionó caídas a piso que generaron costos extra para los importadores, situación que se espera la compañía pueda responder y reembolsar.

Las naves que justo se encontraban en faenas en el puerto o por llegar fueron Margarete Schulte y Safmarine Nomazwe, las que se vieron afectadas en la operación de sus cargas de importación y exportación.

Cabe señalar que Maersk es la principal naviera a mucha distancia de la que la sigue en cuanto a tonelaje transportado. Por ello es sensiblemente grave lo que le ocurrió y lo frágil que demostró ser su protección ante el ataque.