EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

Hasta el 31 de mayo es el nuevo plazo del que dispondrá el concesionario del Terminal 2 de Valparaiso -TCVAL- para entregar los documentos que deberán satisfacer las más de 300 observaciones que el Servicio de Evaluación Ambiental está requiriendo a esta empresa, proceso que ya se prolonga por varios años.

Es un hecho que cada vez se hace más incierta la posibilidad de que este proyecto se concrete; la compra de la empresa española OHL, dueña de TCVAL, por parte del fondo de inversión australiano IFM le puso otro ingrediente adicional a una iniciativa que solo ha encontrado problemas en su desarrollo. Si a ello le agregamos que las cláusulas de salida son bastantes flexibles y entendiendo que el factor medioambiental juega un rol protagónico y como nadie está obligado a lo imposible, lo más probable es que este inmenso proyecto finalmente sea desechado.

De no materializarse la construcción de un Terminal 2 deberemos resignarnos a disponer solamente de una operación portuaria a nivel competitivo y un único concesionario, lo que conlleva todos los inconvenientes de contar con un solo oferente.