EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

El 8 de marzo pasado y con la presencia de más de 400 personas, entre delegaciones oficiales, invitados y prensa de todo el mundo, se realizó la firma del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, también conocido como TPP11). La ceremonia encabezada por la entonces Presidenta de la República, contó con la participación de los ministros de Comercio de Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.

En la oportunidad se recordó que fue en el marco del Diálogo de Alto Nivel con Asia Pacífico, organizado por Chile en marzo del año pasado, cuando se planteó la necesidad de retomar lo trabajado en la negociación del TPP, tras la salida de Estados Unidos del proceso en enero 2017.

Tras el reimpulso al proceso anunciado en el Diálogo en Viña del Mar, los equipos técnicos de los 11 países se reunieron entre abril del año pasado y enero de 2018 para evaluar diferentes alternativas destinadas a poner en vigencia el contenido del TPP original.

El tratado preserva en esencia el contenido del TPP original, pero se agregan 20 suspensiones, principalmente en materia de propiedad intelectual, acordadas para resguardar los equilibrios entre los 11 países. Según información de Direcon y Pro Chile, los 11 países que forman parte de este acuerdo representan un mercado de 500 millones de personas, con un ingreso per cápita promedio de US$ 28.090 y representan el 13% de la economía mundial.

Para Chile es el destino del 17% de las exportaciones, el 12% de las importaciones y el 18% de las inversiones chilenas en el exterior. Además, el 32% de la inversión extranjera directa en Chile proviene del bloque.

En cuanto a los beneficios que otorga el tratado, éstos se encuentran relacionados con un mayor acceso a mercados, ventajas en áreas como servicios e inversiones, ambientales y laborales, comercio electrónico y compras públicas. Además, incorpora nuevas temáticas en materia de Pymes, Género, Anticorrupción, Competitividad, Empresas del Estado, Desarrollo y Coherencia Regulatoria.

Para Chile concretamente mejora la situación para un alto número de productos con Japón, Malasia,Vietnam y Canadá. Por ejemplo, en el caso de los vinos chilenos, que no tenían preferencias arancelarias con Malasia, bajo el CPTPP quedan en un calendario de desgravación total a 16 años plazo. Con Vietnam, que en el acuerdo bilateral había una preferencia parcial, bajo este acuerdo llega a cero en un plazo de 11 años. Adicionalmente, se establece autocertificación para la emisión de los certificados de origen, lo que le da mucha fluidez al proceso exportador.