EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

Los presidentes de ambas naciones han manifestado su interés en concretar durante este año un Acuerdo de Libre Comercio. De hecho, ya se trabaja en el equipo intersectorial que se reunirá en junio en la primera ronda de negociaciones con sus pares en Brasilia, para comenzar a trazar el contenido del convenio.

Se anticipa que el mayor potencial para Chile está en la agroindustria y alimentos procesados, especialmente todos aquellos sectores que hoy están afectos a medidas sanitarias y obstáculos técnicos. El objetivo es que existan reglas claras y estables.

Autoridades de la Cancillería han explicado que van a existir mecanismos y plazos de respuesta efectivos cuando se trate de levantar una barrera comercial no arancelaria. En términos de acceso, el Acuerdo de Complementación Económica ACE 35 otorga un 0% de arancel, pero hoy con Brasil existe una balanza comercial que es importante, pero deficitaria para Chile, y es ahí donde existen grandes oportunidades de mejora.

En el caso de las importaciones se espera contar con productos que pueden llegar más baratos, como maquinaria para el agro, vehículos y por supuesto la carne, donde mediante sistemas aduaneros más expeditos puedan implicar una fluidez mayor de ese producto hacia Chile.

En términos sanitarios, la diferencia entre un ACE y un TLC es que hoy podemos tener productos detenidos en frontera por temas sanitarios; sin embargo con un TLC, el tener capítulos ya negociados con Brasil va a permitir agilizar el paso por estas barreras para aprovechar el mercado brasileño.

Se espera tener la primera ronda de negociaciones en junio en Brasil y planificar tantas rondas como sean necesarias en Brasilia y en Santiago para cumplir y llegar con un acuerdo cerrado y negociado a fin de año. Ya se están negociando los términos de referencia que incluyen todos los capítulos que debe tener un TLC, en temas como comercio electrónico, facilitación comercial, obstáculos técnicos y temas regulatorios.

El equipo intersectorial chileno lo encabezará el jefe del departamento bilateral, Felipe Lopeandia como jefe negociador, además de representantes del SAG, Aduanas y otros servicios. La contraparte brasileña será intersectorial.

Entre los temas a abordar destacan la facilitación del comercio, la coherencia regulatoria y tópicos sanitarios y fitosanitarios.