Como lo dimos a conocer a través de nuestro Pulso Express, a partir del 01 de julio pasado comenzó a operar el nuevo Centro de Importaciones en el Aeropuerto de Santiago, donde se ubican los nuevos almacenes de Aerosan y Depocargo. Sin embargo, Fast Air no se trasladó, lo que ha afectado de manera importante el proceso normal de retiro de cargas de importación. Los primeros días del mes fueron caóticos porque se extraviaron muchas cargas que no pudieron retirarse en los tiempos esperados, generando además molestias y costos adicionales para los importadores.

Con el correr de los días y ya finalizando este primer mes de funcionamiento, la situación ha mejorado levemente en cuanto al orden y entrega de las cargas. Sin embargo, los usuarios se quejan de que –debido a problemas en la infraestructura de las nuevas dependencias– la movilidad en esta zona primaria sea muy limitada. Adicionalmente, las agencias aduaneras se quejan que deben ingresar a distintas zonas primarias si es que deben concurrir a Fast Air o si van a Depocargo o Aerosan, lo que no se puede hacer con un mismo vehículo de transporte.

No se espera que el traslado de Fast Air al nuevo centro se realice antes de un año, por lo que habrá que asumir los inconvenientes operativos en las bodegas del Aeropuerto por un buen tiempo más.