La reducción de barcos en operación y la alianza entre los grandes conglomerados navieros han generado un aumento sistemático en el precio de los fletes marítimos, llegando incluso a rozar los US$ 5.000 por contenedor desde Asia a Chile. Ello ha permitido que la disminución del volumen de carga por efectos de la Pandemia haya pasado desapercibida en la industria naviera, y por ahora sacan cuentas alegres pues los números hablan de significativas utilidades, situación totalmente opuesta a lo que ha ocurrido en el mundo.

En la práctica, quedaron tres grandes grupos navieros que dominan sin contrapeso la carga en contenedores. El que lidera en cantidad de unidades movilizadas es la Alianza 2M, que integran Maersk y Mediterranean Shipping Company (MSC); luego le sigue la integración denominada Ocean Alliance que está conformada por CMA, CGM, Cosco y Evergreen, y cierra este grupo de gigantes navieros The Alliance, en la que participan Hapag Lloyd, One y Yan Ming.

Una de las medidas adoptadas por los tres grandes consorcios fue que en marzo pasado –ya desatada la pandemia– se redujo en forma drástica la cantidad de barcos, así como también se disminuyó fuertemente el número de itinerarios. Esta contracción hizo que los fletes se dispararan; sin embargo, esta buena racha de los navieros puede verse afectada en el tiempo, pues podrían generarse características de un “Cartel”, lo que tendría como consecuencia acciones legales y eventuales multas de parte de los gobiernos de los países desarrollados, grandes afectados con este incremento desmesurado de precios y que tienen la fuerza suficiente para amenazar cualquier colusión de precios.