EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

El acuerdo denominado Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP11) es el tercer tratado de libre comercio más grande del orbe, precediendo solo en tamaño al CETA (Canadá y la UE) y el USMCA (México, USA y Canadá). Está conformado por 11 países del Asia Pacífico (Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam), lo que comprende más de 500 millones de personas y el PIB de este conjunto de países suma US$ 11.023 billones.

Las ventajas de acceder a este tratado se generan debido a que se crearán mejores oportunidades que las negociadas por Chile en forma bilateral. Además, el que Chile acceda a este nuevo Acuerdo permitirá incorporar más de 3 mil nuevos productos en sectores agrícola, forestal, pesquero, lácteos y carnes, que ingresarían con arancel cero a países tan importantes como Japón, Vietnam o Canadá. En el caso del país nipón es muy gráfico y elocuente, ya que el 80% de los bienes sin preferencia actual entrarán a un programa progresivo y gradual para llegar a arancel 0%.

Los detractores en nuestro país para que este Acuerdo no sea ratificado por el Senado, y que se han hecho oír, señalan que existen varios factores que no son favorables para Chile; entre ellos, precisan, que se bloquearía el ingreso de medicamentos genéricos, eliminación de derechos laborales y que afectaría la soberanía. Esto último por cuanto, con la vigencia de este Tratado, las transnacionales podrían demandar al Estado a través de cortes de arbitraje.

Sin lugar a dudas que, mayoritariamente, los contrarios a que Chile suscriba este Tratado lo hacen por motivos ideológicos, como es el caso del ex Canciller Heraldo Muñoz, quien cuando fue ministro del anterior régimen empujó con todas sus fuerzas que Chile ingresara al TPP-11. Ahora, en cambio, señaló recientemente en medios de prensa que es aconsejable que esta materia sea votada y ratificada después del proceso constituyente.

Es complejo saber qué hay detrás y cuál es el modelo de desarrollo alternativo del sector que postula que Chile no forme parte del TPP-11. Pero es difícil entender y proyectar a un Chile económicamente viable a futuro si se pretende comenzar a cerrar su comercio internacional.