EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

Continúa la seguidilla de noticias acerca del verdadero atasco en que nos encontramos en el transporte marítimo de contenedores y el entrampamiento de la cadena logística internacional. Hasta hace poco estimábamos que esta alza desmesurada de precios y disponibilidad de espacio en los barcos, sobre todo desde China a Occidente, tendría un efecto transitorio, y que las cosas se normalizarían en un tiempo prudente, pero cada vez hay más antecedentes que nos demuestran que el tema sigue escalando y el bloqueo logístico tomará un largo tiempo en normalizarse. 

El tema es complejo y tiene a los menos dos o tres causas: la cantidad de contenedores que se fabrican (prácticamente el 100% en China) es inferior a las unidades que año a año –por razones de antigüedad y efectos en las coberturas de seguros– son dados de baja. Esto trae como consecuencia que el volumen de contenedores disponibles no aumenta. El otro tema –y que es más grave– es el desequilibrio en el comercio mundial, ya que aquí los grandes números corresponden al comercio entre China con Estados Unidos y Europa. Existe un desbalance brutal en el comercio que, graficando en palabras simples, por cada 100 contenedores que se embarcan de puertos asiáticos a Nueva York, solo 40 retornan con carga a Asia. El resto queda almacenado en los terminales y para las navieras no es conveniente devolver contenedores vacíos.

El tercer y último factor, y es el más sensible, es originado por la Pandemia, ya que los tiempos logísticos de descarga, trámites y secuencia en los puertos de destino se ha deteriorado en forma impresionante. Tomando como ejemplo a Chile, si antes el plazo de descarga del barco, transporte y devolución de contenedor vacío era de aproximadamente 72 horas, esos tiempos hoy en día hay que multiplicarlos por tres. La razón fundamental de esta tremenda ineficiencia en la que estamos se debe a varios factores, muchos provocados por la pandemia (gente con teletrabajo, licencias médicas) y en general varios actores de la cadena logística, privados y públicos, han desmejorado considerablemente sus tiempos de gestión.

A este verdadero cocktail le agregamos que, si el contenedor está sujeto a aforo físico o inspección por otro organismo público, podemos estar perfectamente hasta un par de semanas esperando, en que, si bien no hay cobros de almacenaje, el costo del sobre arriendo de los contenedores o demurrage alcanza a cifras altísimas. Ello, ya que el cómputo de los días libres se considera desde el arribo de la nave y no desde que el contenedor está liberado para su retiro desde el puerto. Si normalmente hoy en día el plazo liberado para la devolución del contenedor vacío es de 5 días, veremos que los importadores deben pagar gastos no contemplados que pueden sumar miles de dólares por contenedor.