Los dos últimos días de noviembre fueron muy complicados para las agencias aduaneras, debido a que se produjo una demora de proporciones en los tiempos de respuesta de Aduanas para aprobar las declaraciones de importación, extendiéndose esta tramitación por varias horas y justo cuando teníamos un fin de mes de por medio y además un alza considerable en el tipo de cambio para diciembre.

Considerando que el tiempo normal de tramitación electrónica entre las agencias y Aduanas es de menos de una hora, en este par de días, y en un hecho inédito, la situación se complicó en demasía, generando graves trastornos a los importadores que debieron absorber costos extra por las inevitables “caídas a piso” que se produjeron.

Si bien no hubo una información o comunicado oficial de Aduanas ante esta vital dificultad, se cree que el explosivo aumento de operaciones recargó la plataforma informática, produciendo un cuasi colapso en el proceso interno de aceptación de las declaraciones, lo que acarreó los ya mencionados inconvenientes.

Otro factor, si bien no hay versión oficial, pero que circuló en el medio aduanero y que habría influido en la ralentización en el flujo de la gestión electrónica de Aduanas, se habría originado por el exponencial aumento de las operaciones Courier, que coincide con el fin de año y el exceso de liquidez que existe actualmente en Chile, lo que ha presionado la demanda de productos importados a niveles inéditos.

En todo caso, ya finalizando diciembre y a pesar de que el flujo de operaciones sigue a tope con volúmenes nunca vistos, la transmisión electrónica con Aduanas se encuentra totalmente normalizada.