EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

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Todos los pronósticos apuntaban a que, a raíz del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y a los primeros atisbos de recesión de la economía global, que la demanda de bienes se vería afectada, lo que obviamente terminaría por hacer disminuir los volúmenes marítimos y en consecuencia las tarifas de transporte marítimo de contenedores.

Al analizar si la desaceleración de la economía mundial se ha hecho efectiva y poner el foco en EE.UU., éste ha mostrado una gran resiliencia de la economía frente a la alta inflación, pero con señales de problemas a futuro.

Según analistas, el consumo se ha mantenido (aunque con menos ímpetu y más enfocado en bienes esenciales debido al alza de la inflación), pero se espera un apriete de cinturón una vez que se inicie el año escolar en septiembre. Por otra parte, las solicitudes de subsidios por desempleo siguen siendo históricamente bajas, lo que habla de la fortaleza del mercado laboral.

Desde otra perspectiva, China anticipó a mediados de agosto que el crecimiento de las exportaciones se desacelerará en los próximos meses y es posible que llegue a un escenario negativo hacia fines de este año.

Si bien los exportadores del gigante asiático han aprendido de las disrupciones anteriores y adelantaron su cronograma de entrega en un mes o más anticipándose a las incertidumbres, el esfuerzo parece no ser suficiente, y las ventas de los negocios relacionados con la Navidad podrían no superar el nivel de 2021, cuando fueron entre un 20 y un 30% más bajas que en el periodo previo a la pandemia.

En concordancia con lo anterior, analistas esperan que los volúmenes de importaciones marítimas en contenedores en EE.UU. comiencen a disminuir gradualmente hasta fines de año, aunque se prevé que se mantengan muy por encima de los niveles de 2019. Esto se empieza a reflejar en los datos de julio, que indican que los volúmenes, así como las tarifas en el transporte de carga por carretera, han comenzado a normalizarse. La baja también se aprecia en la notable mejoría de la congestión en los puertos de Los Ángeles en EE.UU., pero que aún es insuficiente para influir decididamente en las tarifas de flete marítimo spot en comparación con los niveles observados previo a la pandemia.