El comercio exterior chileno sufrió un tropiezo durante mayo, ya que mientras las exportaciones sumaron su segundo mes de caída consecutiva, las importaciones ya completaron ocho meses en rojo, según revelaron las cifras publicadas por el Banco Central.

Las ventas al exterior acusaron una disminución de 10,8% comparado con igual mes de 2022 –más que la de 3,1% de abril– para llegar a US$ 7.836,3 millones. Mientras los envíos mineros retrocedieron -12,9% hasta US$ 4.389,8 millones, los industriales y agropecuarios lo hicieron en una magnitud de 8,3% y 6,1%, respectivamente.

En el primer grupo, el alza de 6,9% en las exportaciones de cobre por US$ 3.460 millones reflejó una caída en cátodos de 8,6%, en tanto los concentrados subieron 19,8%. En cambio, los envíos de carbonato de litio cayeron 68% en el último año hasta US$ 477 millones.

Entre los bienes exportados producidos por distintas industrias, que sumaron US$ 2.993 millones, destacaron las alzas de los alimentos, incluido el salmón, mientras hubo bajas en los vinos.

En el rubro agropecuario, cuyas ventas al exterior alcanzaron a US$ 453 millones, se observaron descensos generalizados en las frutas, como uva, manzanas, cerezas y arándanos.

En el caso de las importaciones, el retroceso fue significativo (-18,9%), arrastrado por todas las categorías: consumo (-26,2%), bienes intermedios (-20,1%) y bienes de capital (-13,1%).

En sintonía con la desaceleración del gasto que se ha visto en el país, las internaciones de bienes de consumo durables volvieron a exhibir descensos significativos, en varios casos con caídas anuales sobre el 30%, como en autos, televisores, celulares, computadores. Entre los semidurables también hubo cifras rojas en vestuario y calzado.

En el caso de los bienes de capital, que representa una señal del ritmo de la inversión en el país, destacaron las menores compras de camiones y vehículos de carga y buses. La maquinaria para la minería y la construcción también retrocedió, aunque en una magnitud inferior. Dado lo anterior, el saldo comercial se atenuó hasta US$ 952 millones.

Esta misma baja de las importaciones y exportaciones afecta fuertemente el movimiento de carga a través de los puertos chilenos en lo que va del año. Lo anterior se advierte tanto al revisar el flujo de contenedores en San Antonio y Valparaíso como en las cifras de carga general de los terminales del país. Un reciente informe especializado señaló que, a nivel nacional, la carga de comercio exterior movilizada por los puertos chilenos sumó 27,7 millones de toneladas en el primer trimestre, una merma de 8,4% anual y el nivel más bajo desde 2016. En este escenario, la carga en contenedores en el puerto de San Antonio cayó 24,7% anual en enero-abril, a 4,57 millones de toneladas; mientras que las toneladas totales transferidas retrocedieron 14,5% a 6,77 millones. En Valparaíso, la carga contenedorizada bajó 13,1% anual en el primer trimestre de 2023, alcanzando 1,76 millones de toneladas.