Edmundo Browne V.

A raíz de la llegada del nuevo Director de Aduanas se produjeron profundos cambios a nivel de las subdirecciones, cambiando prácticamente a toda la segunda línea de mando de esta institución. Los anteriores subdirectores, con una sola excepción, habían sido nombrados por el ex Director Gonzalo Pereira y ante la salida intempestiva de este, el actual timonel en funciones optó por designar en los cargos claves a funcionarios de carrera. De esta manera, el Director Juan Araya comenzó a imponer su sello y los nuevos subdirectores provienen del interior de Aduanas.

Esta orientación, en donde se ha privilegiado el rol profesional en los nombramientos ha sido recibida por el sector privado como un hecho positivo, sobre todo tratándose de un organismo que cumple una labor que es eminentemente técnica.

No hay que ser clarividente para concluir que la designación del actual Director no podría tener otro destino, sobre todo si consideramos la prolongada trayectoria de don Juan Araya en el Ministerio de Hacienda, siempre cumpliendo un rol profesional con prescindencia de otras consideraciones.

Las preguntas que surgen acerca del tiempo que el Director permanecerá en su cargo son varias, aunque la mayoría de ellas apunta a que se mantendrá hasta el término del actual gobierno.

Los desafíos que tiene por delante son varios, entre ellos la implementación del SICEX, que con seguridad será prioridad en los esfuerzos del Director Araya. También el sacar adelante el proyecto de ley que se tramita en el Parlamento que introduce modificaciones importantes a la Ordenanza de Aduanas es otra de las tareas que mantendrán bastante ocupado al líder de Aduanas, pues el objetivo planteado por el Ejecutivo es que la nueva ley de Aduanas se encuentre vigente durante este 2016.

Asimismo al nuevo Director le corresponderá fijar las prioridades en las tareas de Aduanas, siendo deseable que se mejoren los equilibrios fiscalizadores en relación con la simplificación de procesos.