EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

Edmundo Browne V.

Termina un año en que si bien las cifras de comex pronosticaban una menor actividad que el 2015, la realidad fue que la tendencia decreciente se acentuó por sobre las estimaciones, esto tanto desde el punto de vista de los montos transados como en volúmenes físicos. Hasta el momento no hay muchos pronósticos acerca del 2017, sin embargo los datos iniciales hablan de un año igualmente plano en materia de crecimiento, lo que debería reflejarse en los mismos términos en las importaciones y exportaciones.

También en este balance de fin de año no podemos sustraernos a los graves perjuicios que trajo la paralización del sector público, la que se mantuvo por 22 días y ocasionó daños irreparables a importadores y exportadores. No existen precedentes de un paro que se haya mantenido por tanto tiempo y, al momento en que se escriben estas líneas, todavía continúan las secuelas por la carga que quedó rezagada, al generarse un verdadero caos en algunos almacenes, sobre todo en el terminal aéreo de Santiago.

Para empeorar aún más las cosas, la Asociación de Funcionarios de Aduana, ANFACH, había llamado a un paro a contar del 24 de noviembre en protesta por el proyecto de ley que se tramita en el Parlamento sobre modernización del Servicio de Aduanas. Los reparos se vinculan con temas normativos y de recursos humanos y se señala que no se ha cumplido con los protocolos acordados el 2015 que se suscribió entre el Ministerio de Hacienda, la Dirección de Presupuesto, Aduanas y Anfach. Cuando la paralización era inminente, negociaciones de última hora con el gobierno e intensas tratativas, consiguieron detener el movimiento, lo que fue un alivio para los usuarios. El gran damnificado en este acuerdo fue el proyecto de ley de modificación de la Ordenanza de Aduanas que se encontraba tramitándose en su parte final en el Congreso, ya que, de acuerdo a los trascendidos, el gobierno accedió a quitarle la condición de suma urgencia, lo que significará que la aprobación del nuevo cuerpo legal podría postergarse por tiempo indefinido.

Es claro que las pretensiones de Anfach tienen como principal objetivo temas relacionados con la Planta y el personal a contrata, donde se pide un aumento sustancial de los cupos. También Anfach ha hecho planteamientos en cuanto al funcionamiento de Aduanas y materias relacionadas con aumentar aún más la fiscalización, situación que de concretarse podría generar cuellos de botella que compliquen el flujo del comercio exterior.

Tal como lo hemos señalado en otras oportunidades, moros y cristianos han planteado que Chile debe continuar siendo una economía abierta al comercio exterior, con bajas barreras de entrada y con políticas que promuevan las exportaciones. Esta condición de “política de estado”, más que del gobierno de turno, requiere contar con procesos aduaneros simplificados y expeditos, los que podrían verse afectados si es que se interviene el flujo de las operaciones y se le agregan algunas etapas que obstaculicen y ralenticen la gestión aduanera.