Edmundo Browne V.

Un nuevo año conmemoramos en este número celebrando el aniversario Nº 19 desde que se nos ocurrió publicar un boletín mensual que diera a conocer las novedades que se generan en el mundo del comercio exterior.

La noticia más importante del mes fue la confirmación de don Claudio Sepúlveda como Director Nacional de Aduanas. Ello luego de que culminara el proceso desarrollado por la Alta Dirección Pública y que, entre los postulantes seleccionados por este organismo, la Presidenta de la República determinara el nombramiento del actual Director subrogante.

La noticia causó algo de sorpresa, pues varios pensábamos que este proceso se iba a prolongar por varios meses más, tal como ha ocurrido en el pasado. La dinámica impuesta esta vez es inusual y refleja la determinación del Ejecutivo para designar durante este gobierno a un Director Nacional de Aduanas titular, cargo que se prolongaría por los próximos tres años.

Como ya hemos destacado anteriormente, el cargo de Director Nacional de Aduanas en plenitud no incluye el pasar por una luna de miel con la asociación de funcionarios. Ya hace un par de días los líderes de ANFACH habían efectuado una movilización para exigir la salida del Director Sepúlveda debido –según señalaron– a la presión y persecución que este ha ejercido a los funcionarios que participaron en el último paro que llevó adelante ese gremio.

El permanente acoso y tensión que genera este conflicto es una mala noticia para el medio, pues sin duda que la marcha de Aduanas en el último par de años ha sufrido un claro desmejoramiento, sobre todo en el incremento exponencial de las denuncias de contrabando y las aplicaciones de infracciones reglamentarias por cualquier cosa. Nótese que las denuncias de contrabando en el último par de años superan a los 30 años anteriores acumulados. Es brutal el cambio en los criterios de fiscalización en donde, en los hechos, se abolió el principio de la buena fe, cuestión que amenaza con colapsar un sistema aduanero que ha sido exitoso por 38 años.