EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

Edmundo Browne V.

El comportamiento de la economía en los últimos meses muestra números alentadores y se observa que nuevos vientos están soplando en un entorno que hasta hace poco caminaba a paso muy lento.

Si revisamos los indicadores económicos del último par de meses estos reflejan un cambio en la tendencia, lo que está empujando a los analistas a pronosticar que durante el curso del año el crecimiento económico podría estar más cerca del 4% que del 3,5%. Estas buenas nuevas están respaldadas por sólidos aumentos en la inversión respecto del año anterior, lo que ha tenido un impacto en las importaciones de bienes de capital que alcanzaron en mayo casi los US$ 1.300 millones, la cifra más alta en cinco años. De cumplirse el crecimiento proyectado, este 2018 se estaría más que doblando lo alcanzado en los cuatro años anteriores, que en promedio fue de 1,8%, muy por debajo de las expectativas y necesidades que requiere Chile para seguir desarrollándose.

En este contexto, es posible que veamos aumentos importantes también en las importaciones de productos suntuarios, lo que podría presionar nuestra balanza comercial y disminuir los superávit que hemos tenido en años anteriores. Sin embargo, algunas exportaciones podrían contrarrestar este eventual desequilibrio, como es el caso del mismo cobre, cuyo precio se ha comportado durante este año en mejores términos que en el 2017.

El rubro exportador que está de moda es el salmón, ya que se supone que este año se van a batir todos los records, ello gracias a un alza en los volúmenes embarcados y a un precio internacional que se ha mantenido sostenidamente elevado. El factor China como gran potencial comprador de salmón sigue influyendo en forma significativa, en donde el consumo de este apreciado producto no para de crecer. Es de esperar que las empresas salmoneras locales cuiden el aspecto sanitario y no se vuelvan a cometer los mismos errores del pasado. Es demasiado importante este rubro para Chile, incluso como factor descentralizador de la economía.

En fin, y ya terminando el primer semestre, desde la óptica del comercio exterior se ve un futuro promisorio y es probable que de a poco nos vayamos acercando a los volúmenes de transacciones que se lograron hace 6 o 7 años, ello a pesar de que en el corto plazo se ve improbable que el cobre pueda sobrepasar el nivel de 4 dólares la libra.

El nubarrón que puede empañar la reactivación económica viene de afuera y específicamente de Estados Unidos, en donde un gobernante impredecible que pelea con todo el mundo puede hacer trastabillar el comercio mundial. De hecho, por estos días Trump ha lanzado una nueva amenaza en contra de China, ya que pretende imponer aranceles de un 10% a un volumen estimado de US$ 200 billones a importaciones que provengan del país asiático.