EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

Edmundo Browne

Como consecuencia de la implacable y desastrosa pandemia, nos vimos en la obligación de suspender la entrega de nuestro informativo impreso y enviar el 100% por correo electrónico, tarea que no ha sido sencilla puesto que hubo que actualizar y completar los datos de los más de 1.500 destinatarios. Es posible que en esta labor de conseguir las direcciones de e-mail, hayamos omitido a algunos de nuestros suscriptores, razón por la cual les requerimos nos avisen para completar o modificar nuestro listado. Lo mismo le solicitamos a quienes no deseen seguir recibiendo nuestro boletín mensual en forma electrónica.

El Pulso Aduanero –próximo ya a cumplir los 22 años de vida– ha sido uno de nuestros proyectos más emblemáticos y gratificantes, empujado y desarrollado con una buena cuota de esfuerzo. Estimamos que hemos respetado los principios que nos fijamos desde un inicio, y que no fue otra cosa que intentar de ser un medio de información resumido y conciso en el rubro de comercio exterior, con opinión, y con un marcado foco en el mundo aduanero. El propósito de tratar de ser un aporte con un objetivo fundamentalmente técnico y no de promoción de la Agencia creemos que se ha cumplido. La otra característica es que los contenidos son redactados solamente por el equipo de la Agencia, interviniendo en forma externa una profesional que realiza el diseño y la diagramación.

En estos años hemos pasado por distintas etapas y en diferentes momentos hemos entregado nuestro parecer acerca de una serie de medidas, tendencias y políticas del Servicio de Aduanas, así como también de las modificaciones legales que han afectado la marcha de las operaciones aduaneras. Cuando hemos discrepado de políticas gubernamentales o de algunos criterios que ha adoptado el Servicio de Aduanas, especialmente en lo que se refiere al mayor rigor en la fiscalización –sobre todo como consecuencia de las dos reformas tributarias de hace algunos años– ha sido siempre en un ámbito de respeto y tratando de comprender los procesos políticos internos por los que ha transitado el país y que de alguna forma u otra se han plasmado en las líneas de acción del Servicio.

La relación con Aduanas durante el transcurso de este esfuerzo editorial ha sido muy fluída, respetuosa y tolerante, lo que valoramos profundamente. Es muy satisfactorio recibir de vez en cuando comentarios de algún funcionario, incluso cuando se trata de precisar o corregir alguna información que hemos entregado. Eso lo apreciamos y agradecemos.

Hace algunos días, y con gran sorpresa, recibimos una llamada del actual Director Nacional don José Ignacio Palma, oportunidad en que expresó su reconocimiento por el aporte del Pulso Aduanero, y nos alentó a perseverar en nuestra publicación. Además agregó que consideraba al Informativo como una contribución al medio aduanero, incluso el desafío que significaba cuando se expresaba alguna opinión discordante con el Servicio. En esa conversación el alto personero nos extendió una invitación para visitarlo en sus oficinas y de esa forma tener un contacto más cercano e intercambiar algunos puntos de vista de interés común.

La reunión, acompañada del correspondiente cafecito, tuvo lugar a los días siguientes y resultó muy grata y amena; se conversaron varias materias; obviamente, entre ellas, de los problemas generados por la pandemia y de las medidas adoptadas para traspasar una serie de trámites a medios electrónicos. De nuestra parte, le hicimos presente que valorábamos muy positivamente la agilidad y disposición con que había reaccionado Aduanas en los inicios de la crisis sanitaria al implementar una serie de iniciativas facilitadoras, lo que ha permitido darle una continuidad a las operaciones. Asimismo, también le expresamos que, lamentablemente, otros organismos fiscales no habían sido todo lo proactivos que requería la coyuntura, obligando a mantener tramitaciones presenciales. En cuanto al comportamiento del sector privado en esta pandemia, señalamos que habíamos observado más sombras que luces, destacándose que el rubro naviero ha sido uno de los más complicados para adaptarse a las nuevas realidades. Lo mismo ha ocurrido con la emisión de los certificados de origen en SOFOFA, entidad que –a pesar de las distintas gestiones efectuadas ante ProChile– sigue demandando la presencia de personal en sus dependencias.

Es indudable que el tema más prometedor e interesante en la conversación con el Director, fue acerca de cómo se visualiza el futuro del sistema aduanero, y en específico cuáles podrían ser las oportunidades y desafíos que supondrá incorporar las medidas de simplificación y automatización implementadas en esta emergencia a un régimen permanente que permita dar un salto cualitativo en la modernización de los procesos.

Por razones de tiempo, la entrevista no pudo abarcar todos los temas que nos hubiese gustado conversar, sin embargo nos quedamos con una sensación muy positiva en cuanto a la disposición del Director y su convicción respecto del camino por el que debe transitar este Servicio hacia una Aduana mirando al futuro.