EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

Sergio Cabezas

De alguna forma, este inicio de año fue distinto al anterior ya que en general tenemos la sensación de estar en camino para salir de este largo túnel, a pesar de los rebrotes de contagio que leemos en la prensa y que se repiten en la gran mayoría de los países del mundo.

El elemento “distinto” tiene que ver con que ya sabemos que existe una vacuna, ofrecida por distintos laboratorios, y en varios países ya ha comenzado el proceso de vacunación. Acá ha sido lento, pero ya hay noticias de que este comenzará la primera semana de febrero.

Hemos mencionado en números anteriores las dificultades a que se han visto enfrentados los importadores, con aforos, demurrage, inspecciones lentas, todo lo anterior con los exorbitantes sobreprecios que trae consigo.

Sin embargo, esta “fotografía” del mundo importador es solo una parte del problema que afecta a toda la cadena logística a nivel global. Después de haber conversado con algunos clientes exportadores, la palabra que resume su momento y problemática actual es “escasez de contenedores”, que es el resultado de varios sucesos de carácter global. Por una parte, cuando bajó la demanda el año pasado, China concentró un enorme número de contenedores que empezaron recién a circular el último trimestre del año pasado. Sin embargo, toda la cadena logística está trabada y lenta. El teletrabajo en Pandemia ha reducido los horarios y posibilidades de trabajo presencial en los puertos, lo que aumenta los plazos de retiro de las cargas y por ende la disponibilidad de unidades vacías para las exportaciones.

Mencionamos poco a los exportadores, pero han debido conformarse con poder embarcar mucho menos que los compromisos adquiridos y rolear cargas con la esperanza de que los compradores entiendan que es un problema ajeno a ellos e ir trabajando con navieras, puertos y terminales para optimizar el tiempo en que las unidades quedan disponibles y se puedan volver a utilizar.

Afortunadamente, el precio de los fletes de exportación no se ha disparado como algunos fletes de importación, y las navieras esperan que, con el explosivo y sostenido aumento de las importaciones, aumente la disponibilidad de contenedores y ya no deban traer unidades vacías a Chile, solo para poder posicionarlas para exportación.

Demás estás decir que el panorama sigue siendo incierto y que el éxito del proceso de vacunación sin lugar a dudas traerá alivio a la cadena logística, pero es muy luego aún para “cantar victoria” y tenemos que seguir esperando, un poco más.