EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

Edmundo Browne

El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, más conocido como TPP 11, es un tratado de libre comercio que comprende a 11 países de la Cuenca del Pacífico y cuyos objetivos más relevantes son disminuir las barreras comerciales para facilitar los negocios internacionales, establecer reglas comunes a la propiedad intelectual, y abordar temas de derecho ambiental y de derecho del trabajo.

Si bien la tramitación en Chile fue iniciada y se logró la aprobación en la Cámara de Diputados, al llegar al Senado la gestión quedó detenida quedando en suspenso, y hasta la fecha no se ha puesto en tabla para ser votada, pues existe la certeza que hoy en día no están los votos para ser aprobada.

El tema ha vuelto a tomar actualidad al conocerse que el Reino Unido habría manifestado su intención de solicitar el acceso al TPP 11 lo que, sumado a la eventualidad que Estados Unidos finalmente se decida participar en este macro acuerdo, hacen que el tema haya vuelto a estar en la discusión.

Es un hecho que los detractores de los tratados comerciales, en especial sectores políticos más extremos que se han tomado la agenda y prácticamente han sometido al espectro político más moderado, están cuestionando los acuerdos de libre comercio que Chile mantiene.

Es difícil pensar en un Chile con las fronteras cerradas. Prácticamente hemos vivido por largo tiempo creyendo y convencidos que las exportaciones han sido una buena cosa para el país. Por otra parte, en este Chile actual que se volvió más consumista, el acceso a productos importados baratos ya se encuentra internalizado en el inconsciente colectivo nacional. Por ello, es complejo pensar en cambios tan significativos, como son los anuncios que los sectores más radicales andan pregonando.

En ese escenario, hoy en día –a no ser que los ánimos se apaciguaran y se retornara a un ambiente de mayor racionalidad– se ve muy difícil que se logre avanzar con la aprobación del Senado para el TPP 11. Es sin duda un hecho lamentable para Chile, por las potenciales oportunidades comerciales que se abrirían al incorporarse a este mega tratado.