EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

Sergio Cabezas

Entrando en el décimo mes del año, ya podríamos decir que estamos en la recta final de un 2021 convulsionado, por decir lo menos. Ad portas, además, del fin del estado de excepción y con cifras bajas en términos de contagios, seguramente tendremos un final de año tan agitado como ya lo ha sido.

Como comentaba Bloomberg hace unos días atrás, nuestra economía es actualmente la más “caliente” del mundo por factores que se han mantenido durante todo el año: ayudas estatales y retiros de fondos de las AFP, lo que ha incrementado fuertemente la demanda en un escenario de baja oferta y con precios muy disparados.

En nuestro ámbito de importaciones y exportaciones, la cadena logística sigue muy trabada y la operación de comex demanda de grandes esfuerzos por lograr los resultados que nuestros clientes esperan. Afortunadamente nuestro equipo se ha mantenido muy sintonizado, lo que nos ha permitido mantener la operación bajo control. Se mantiene la escasez de contenedores y los precios de los fletes internacionales por las nubes, la operación portuaria sigue totalmente impredecible con navieras cambiando de puertos de recalada sin mayor aviso, con las enormes consecuencias que eso trae a la operación y sus costos humanos y económicos.

Con un inminente cuarto retiro de fondos de las AFP y Navidad a la vuelta de la esquina, podemos prever un final de año frenético. Me encantaría decir que veo una “normalización” de la actual situación pero, como he comentado antes, no veo grandes motivaciones de los principales eslabones de la cadena de suministros para que esto cambie, ya que la actual situación les ha traído grandes beneficios.