Edmundo Browne
Hace un par de meses se informó acerca de la asociación entre AGUNSA Aviation Services y Menzies Aviation para desarrollar negocios relacionados con los servicios aeroportuarios en nuestro país. Menzies es un actor reconocido y con una larga trayectoria en los principales aeropuertos del mundo en los servicios a la carga en los terminales aéreos.
Uno de los proyectos más relevantes que esta nueva empresa fusionada pretende implementar se relaciona con establecer un nuevo almacén extraportuario en el aeropuerto de Santiago y se contempla utilizar las antiguas instalaciones de Fast Air, que esta firma abandonó al construir nuevas dependencias que hace rato están ya operativas.
La creación de un cuarto recinto extraportuario en el aeropuerto de Santiago es una excelente noticia para los usuarios, ya que introducirá más competencia y se podrá descongestionar a los otros 3 almacenes que muchas veces se ven sobrepasados por la cantidad de carga que deben manejar. Esto se traduce en que los tiempos de retiro de carga se alargan y las demoras generan trastornos en los plazos en que los importadores reciben sus mercaderías.
Esperamos que esta nueva competencia, con todos los bríos que traerá el ingreso de un nuevo actor para conseguir un porcentaje relevante de la carga manipulada en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez, pueda ofrecer mejores condiciones a sus clientes ofreciendo tarifas competitivas, pero más importante aún es que este nuevo almacén extraportuario sea capaz de dar un salto cualitativo en los tiempos de gestión.
Hasta donde sabemos, las gestiones para habilitar el nuevo almacén se encuentran bastante avanzadas y se contaría con las principales autorizaciones para comenzar a operar. En este sentido, tanto el ámbito público como el privado deberían apoyar con fuerza a este nuevo extraportuario, ya que traerá beneficios incuestionables para toda la cadena logística del aeropuerto. Es de esperar que tanto el concesionario, la DGAC y Aduanas puedan dar las facilidades para que este proyecto sea luego una realidad.
Cualquier dificultad vinculada con problemas al requerir nuevo personal para asignar a las nuevas dependencias debería ser superada con readecuar funciones, sobre todo en Aduanas, ya que es probable que existan algunas labores presenciales que hoy en día a lo menos podrían revisarse. Esto también afecta a las agencias aduaneras, ya que se necesitará más personal para atender al nuevo almacén; sin embargo, son muchos más los beneficios por la mejora en la fluidez y facilidad operacional que debería compensar con creces esta mayor dotación.