EDICIÓN NÚMERO 309 MAYO 2024

BoricMarcel290

Edmundo Browne

Con harto ruido y opiniones contradictorias en la coalición gobernante, ha vuelto a estar en el tapete la posible ratificación de la incorporación de Chile al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), más conocido como TPP-11.

Las razones del porqué el Gobierno ha accedido a poner en discusión o más bien estar abiertos a debatir la conveniencia de aprobar el TPP-11, se deben a cambios de realidades y hasta se percibe una óptica distinta, puesto que se observa una tendencia del Presidente Boric a una actitud más pragmática. Ello se ha hecho especialmente relevante luego del abultado resultado del Plebiscito y la necesidad de darle un giro a la conducción del país y hoy en día se ven más débiles los objetivos refundacionales; sin embargo, el núcleo más ideológico de los partidos que apoyan a la actual administración serán con seguridad un hueso duro de roer y resistirán a toda costa el impulso del gobierno para que el Senado ratifique el TPP-11.

También es una realidad que, como consecuencia del viaje a EE.UU. de la comitiva gubernamental, quedó en evidencia que la única manera de morigerar una ya probable recesión en el 2023, y muy fuertemente por la potente influencia del Ministro de Hacienda, se ha ido imponiendo la urgencia de atraer nuevas inversiones, única forma de tener alguna mejor perspectiva en un escenario mundial y local en que la actividad económica decaerá ostensiblemente.

El TPP-11 es un acuerdo que indudablemente traerá beneficios en cuanto a accesos a mercados externos y ampliará en forma sustantiva nuestra oferta exportable, incorporando a 3 mil productos chilenos a rebajas arancelarias en un conjunto de 11 países que suman 500 millones de consumidores.

Es importante señalar que los detractores del TPP-11 han argumentado que este acuerdo traería perjuicios a Chile en cuanto a propiedad intelectual, solución de controversias y otros aspectos, lo que es bastante debatible por cuanto no es muy distinto a otros acuerdos que nuestro país tiene en vigencia. Es preciso hacer presente que en este Acuerdo hubo un punto de inflexión, sobre todo desde que EE.UU se bajó del TPP-11 en el gobierno de Trump, lo que significó dejar de lado 20 normas introducidas por este país, preferentemente acerca de propiedad intelectual.

En los últimos días los ex cancilleres emitieron una declaración de apoyo al ingreso de Chile al TPP-11, entre los que incluso firmó Heraldo Muñoz, quien dependiendo de los vaivenes políticos del último tiempo ha estado en distintas posturas respecto de la conveniencia o no de ingresar a este Acuerdo.

Por último, los beneficios potenciales respecto de mayores empleos y aumento de nuestras exportaciones son especialmente relevantes en momentos en que los pronósticos en el ámbito económico para Chile el 2023 son bastante pesimistas y el ampliar las exportaciones parecería como de toda conveniencia en un escenario en que los índices de desempleo van a empeorar.

Al momento que se escriben estas líneas se supo que el sector más radical del Senado consiguió suspender la votación que la Cámara Alta tenía programada para el miércoles 28, lo que supone que la ratificación del TPP-11 tendrá que seguir esperando.